¿Dónde queda el Defender?



Jugadores de pádel mundialistas y periodistas del motor se dieron cita en La Ciudad de La Raqueta de Madrid.

Esta semana ha dado comienzo la segunda edición del Land Rover Pádel Tour, un circuito de pádel amateur abierto que la marca británica patrocina con éxito. El año pasado tuvo 2.000 inscritos, por lo que este año se ha triplicado el número de pruebas. En total, serán 12 torneos y una gran final que se celebrará en el mes de noviembre en Málaga.
El innegable éxito que está teniendo el pádel en nuestro país está llevando a algunas marcas de automóviles, como Porsche o Land Rover, a patrocinar torneos y eventos de este deporte de la raqueta. Esto no sorprende en absoluto. Volvo o BMW se centran en el golf, Kia o Volkswagen lo hacen en el tenis. Cada marca busca verse reflejada en un “target” de cliente específico.

Pero que sea Land Rover quien apueste de forma decidida por patrocinar un deporte que aunque cada día es más popular,  en nuestro país todavía mantiene un cierto aire de elitismo, invita a la reflexión. Un directivo español de la marca afirmó en la rueda de prensa a la que tuve oportunidad de asistir que habían detectado que muchos clientes de Land Rover eran grandes aficionados al pádel, y por ese motivo habían decidido reforzar su vinculación con este deporte. Es un clarísimo detalle que demuestra hasta dónde ha evolucionado esta marca británica en los últimos diez años. Cuando Land Rover lanzó el Discovery 3  en 2004, muchos clientes se pusieron las manos a la cabeza, escandalizados por su diseño vanguardista y cargado de tecnología. Con el Discovery 3, Land Rover abandonó la “rudeza” y simplicidad de anteriores modelos, para apostar por un tipo de vehículo más lujoso, refinado, caro y en cierto modo elitista. Le siguieron el Range Rover Sport y más recientemente el Range Rover Evoque. Ahora, casi diez años después, el tiempo ha dado la razón a la marca británica, que indudablemente, no hubiera podido sobrevivir simplemente evolucionando el Defender y manteniendo el Range Rover clásico como buque insignia.

Creo que la marca tomó una decisión inteligente en su momento, abandonando en cierto modo al cliente más purista del todoterreno y abriendo un nuevo camino en la búsqueda de un nuevo cliente objetivo, como se ha demostrado.

Alejandra Salazar, Valeria Pavón, Juan Martín Díaz, Fernando Belasteguín, Cecilia Reiter y Carolina Navarro.

Nadie hace diez años hubiese pensado por un momento que Land Rover se convertiría en una marca que fabrica todoterrenos con el aire de deportividad que exhiben el Range Rover Sport o el Evoque. Y que funcionan tan bien en carretera como cualquier turismo, algo en lo que los directivos de la marca ponen especial énfasis. Esto se consiguió en su momento con el Range Rover, pero en los últimos años se ha llevado al límite. También la inyección de dinero que supuso la compra de la marca por parte del Grupo Tata ha tenido su efecto positivo. Y también a pesar del recelo que supuso esta operación en su momento. Por lo tanto, sólo cabe felicitar a Land Rover por la positiva evolución que está experimentando en los últimos años. Y como no, por los éxitos de su patrocinio en el pádel. El escudo de la marca luce en la camiseta de Fernando Belasteguin, Juan Martín Díaz, Carolina Navarro, Cecilia Reiter, Valeria Pavón y Alejandra Salazar, los mejores jugadores mundiales de la especialidad.

Con ellos tuve ocasión de jugar un “clinic”,al que fuimos invitados un grupo de periodistas. Gente muy sana, joven, dinámica, amante del deporte y muy profesional, valores que pretenden identificar con los futuros clientes de la marca.

Entre los campeones mundiales de pádel Fernando Belasteguín y Juan Mártín Díaz, todo un lujo.

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