Suscríbete

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

viernes, 8 de febrero de 2013

Video-prueba Citroën C-Elysée VTi 115 CV


Algunas marcas han empezado a considerar interesante la comercialización en España de berlinas compactas de bajo coste, hasta ahora reservadas para países con un menor nivel de vida o países emergentes. Una de ellas es Citroën, que acaba de lanzar el C-Elysée, una berlina tricuerpo de construcción sencilla, aspecto robusto, buena habitabilidad y precio razonable. Se fabrica en Vigo, y espera hacerse con un hueco en el mercado español, donde deberá competir con el Seat Toledo y el Skoda Rapid, otros dos nuevos coches que responden a la misma filosofía.

Hace poco pude conducir un C-Elysée con motor de gasolina VTi de 115 CV, con cambio manual de cinco velocidades. Podéis leer mi análisis sobre el coche aquí. Por otro lado, os adjunto el vídeo que hemos hecho con motivo de la prueba. ¿Coche Low Cost? Vedlo vosotros mismos.

domingo, 3 de febrero de 2013

Michelin Pilot Alpin y Latitude Alpin: Alternativa a las cadenas


Michelin invitó a la prensa especializada a probar las aptitudes de dos de sus mejores neumáticos de invierno: el Michelin Pilot Alpin y el Latitude Alpin. El primero está destinado a turismos Premium, mientras que el segundo se dirige a SUVs de gran potencia.

Michelin organizó una jornada de pruebas que duró toda una mañana y que consistió en rodar por la pista de hielo del circuito deGrandValira (Andorra), el mismo que sirve para celebrar una de las pruebas del Trofeo Andros y uno de los pocos circuitos de hielo que puedes encontrar en España. 

El test, que tuvo un esquema parecido al de un curso de conducción, sirvió para contestar algunas preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿Estos neumáticos van bien sobre hielo? ¿Realmente pueden sustituir a las cadenas? ¿Dónde está su límite de adherencia? Pues la respuesta es que los neumáticos de invierno, al menos los Michelin que probamos, ofrecen una motricidad sorprendente, hasta el punto de permitirnos prescindir de las engorrosas cadenas, sobre todo si los montamos en un coche con tracción integral, como fue el caso que nos ocupa. Y es que testeé estos neumáticos en unos magníficos Mercedes-Benz Serie C, GLK y ML con tracción integral 4Matic.

La pista era puro hielo, eso sí, muy seco y con algo de adherencia.
Montados en estos coches, con reparto de par motriz automático entre ejes, tanto el Michelin Pilot Alpin como el Latitude Alpin me permitieron avanzar sobre la pista de puro hielo del circuito de GrandValira con mayor eficacia de la que me esperaba.


La técnica
Junto con los monitores del circuito de GrandValira pude dar un repaso a la técnica básica de conducción sobre hielo. Como es lógico, con la calzada helada es obligado circular con mucho tacto, sin brusquedades en el gas, ni en el freno ni en la dirección. 
Siempre tienes que ser consciente de que el punto de pérdida de adherencia de estos neumáticos está muy cercano. Y en el caso de que lo alcances, debes saber reaccionar con celeridad para controlar el coche. Es puro sentido común.

Es importante trazar las curvas con el mayor ángulo posible, sin cerrar en exceso la dirección y buscando el vértice de la curva en el último momento. De lo contrario, si atacamos el vértice como si lo hiciéramos sobre asfalto seco, el subviraje está asegurado.
Es cierto que en carretera abierta tienes unos límites para abrir la trazada, pero en cualquier caso, hay que ser consciente de que hay que abrirla en lo posible para evitar un deslizamiento indeseado. Con estas premisas básicas, puedes circular por calzada helada con un buen margen de seguridad.

Circular sobre hielo requiere anticipación ante las reacciones del coche


Sobre hielo, la técnica de conducción básica también consiste en anticiparse a las reacciones del coche, para corregir la trayectoria lo antes posible. En el test de Michelin pude practicar conduciendo un Mercedes-Benz CLK con tracción 4Matic y neumáticos Michelin Latitude Alpin específicos para SUV.

Afronté la típica prueba de slálom entre conos, efectuando el contravolante en el momento en el que intuía que los neumáticos llegaban al límite de adherencia y el coche empezaba a deslizar. Este contravolante hay que hacerlo antes de lo que esperas, ya que sobre hielo su efecto parece llegar con algo de retardo.  La prueba también dejó claro que si no alcanzamos el límite de adherencia del los neumáticos y hacemos con mucha suavidad los giros podemos avanzar sin problemas y con un buen margen de seguridad.

Con tracción integral y neumáticos de invierno el arranque está asegurado. 

Otra de las pruebas consistió en comprobar el arranque en pendiente, primero con un neumático convencional y después con un neumático de invierno. El resultado es claro: con el neumático estándar el avance puede llegar a ser nulo, como ocurrió en mi caso, y sólo con mucho tacto en el acelerador  puedes recuperar la motricidad. Con un neumático invernal la motricidad es muy superior, el arranque es prácticamente seguro y permite mucho margen de error en la conducción. Esta motricidad es claramente superior tanto en subida como en bajada, en la que con un neumático de invierno podemos frenar y sujetar el coche con mayor seguridad. 



Finalmente, realizamos una prueba de frenada en la que aceleramos el coche desde parado hasta una velocidad en torno a los 60 km/h para después pasar a detenerlo de inmediato evitando superar una barrera de conos.

En esta prueba pude comprobar cómo las dificultades para frenar en calzadas heladas crecen exponencialmente a medida que subimos la velocidad. Cinco kilómetros por hora  arriba o abajo se traducen en una distancia de frenado considerablemente inferior o superior. De ahí que sea importante anticiparse a las reacciones del coche, saber frenar a tiempo y sobre todo, no sobreestimar las posibilidades que ofrecen este tipo de neumáticos en superficies heladas.Los neumáticos de invierno son mucho más seguros que los neumáticos convencionales, pero tampoco hacen milagros. Y menos cuando se trata de frenar un coche de dos toneladas como un Mercedes Clase M a más de 60 km/h. Por lo tanto, una vez más, hay que anticiparse a lo que pueda ocurrir y saber que a mayor velocidad, las dificultades se multiplican.



Por debajo de 7 grados positivos
Como todos los neumáticos de invierno, el Michelin Pilot Alpin y el Latitude Alpin demuestran sus mejores aptitudes por debajo de 7ºC. Esa temperatura marca una frontera. Por debajo de 7ºC, un neumático convencional pierde rápidamente sus aptitudes. Su goma se endurece, pierde flexibilidad y por lo tanto, adherencia sobre la calzada.

Esto es importante, ya que demuestra que los neumáticos de invierno no sólo son útiles cuando hay nieve o hielo, sino que siempre que circulemos por debajo de 7ºC nos dan un mayor nivel de seguridad. Su especial compuesto de goma, más blando y flexible, mantiene sus propiedades ante las bajas temperaturas y proporciona más motricidad. La escultura de su banda de rodadura, más recortada y profunda, permite una mejor evacuación del agua. Y las laminillas que incorporan en sus tacos son las que permiten mantener la adherencia en las superficies deslizantes.



Según Michelin, un neumático de invierno como el Michelin Pilot Alpin es capaz de frenar tres metros antes en suelo mojado y cuatro metros antes en suelo nevado con respecto a un neumático estándar. Por lo tanto, si eres de los que vive en alguna de las zonas de la península en las que la temperatura baja en invierno de forma constante por debajo de 7ºC, montar un juego de neumáticos de invierno es una excelente decisión.

El único inconveniente es el precio. No son neumáticos baratos, debido a la avanzada tecnología que incorporan. Por otro lado, obligan a que acudas al taller una vez al año para efectuar el cambio, y éste tiene que ofrecerte un servicio de “guardería” de los neumáticos que no estás utilizando.
 

Michelin Pilot Alpin

Laminillas, aristas y mucho más
El Michelin Pilot Alpin y el Latitude Alpin comparten tecnología. Algunos de los conceptos que barajan en Michelin cuando se habla de neumáticos de invierno son:

Maxi Edge. Hace referencia a la banda de rodadura específica de estos neumáticos, con un gran número de tacos y aristas en diferentes ángulos que se encargan de intensificar el
engranaje o efecto cadena en la nieve y garantizar la mejor tracción.

-          Stabiligrip (diseño tridimensional de las laminillas, dispuestas en ángulos variables para asegurar la rigidez de los tacos y dar precisión a la conducción).




Michelin Latitude Alpin
-          Heliocompound 3G: nombre que recibe el compuesto de goma que conserva su elasticidad incluso a bajas   temperaturas, gracias a su formulación a base de sílice con aceite de girasol.
-          Dos bandas de rodadura diferentes en el Pilot Alpin : una banda de rodadura con escultura asimétrica para la mayoría de deportivos del mercado, y una banda de rodadura con escultura direccional, exclusiva para modelos Porsche.


Tanto el Michelin Latitude  Alpin como el Pilot  Alpin incorporan un mayor número de aristas y de laminillas (+ 135%) en comparación con sus modelos predecesores. De esta manera, la tracción y las prestaciones de frenado son superiores, según afirma la marca francesa. Estas laminillas se han dispuesto de forma que combinan diferentes ángulos, que van desde 0º hasta 150º. De esta manera, se gana en eficacia, tanto en línea recta como en curva.

El Michelin Latitud Alpin tiene un 40% más de aristas y un 75% más de laminillas en relación al modelo anterior. Si observamos su banda de rodadura, veremos que tiene un nervio central continuo, que se encarga de garantizar un fácil giro y guiado del coche. De él parten varios puentes transversales, que también son encargados de dar precisión a la conducción. Como es lógico, su estructura está convenientemente reforzada para soportar golpes en los flancos y las cargas que pueden derivarse del uso de un SUV de altas prestaciones.

¿Valen la pena?

Los responsables de Michelin comentaron que un juego de neumáticos de invierno actúa como una póliza de seguros. Es decir, incrementan nuestro nivel de seguridad en carretera, y como mínimo, pueden evitar en buena medida un golpe contra un talud, el margen de la carretera o la colisión con otro vehículo, mucho más fácil de producirse con un neumático estándar circulando a bajas temperaturas.

Por lo tanto, ¿Vale la pena montar neumáticos de invierno? Yo creo que sí, siempre que tengas presupuesto para hacerlo y realmente le vayas a dar un uso circulando por áreas con duras condiciones invernales. Si en tu caso se dan estas dos premisas, no te lo pienses.

Compartir

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More